A Capcom se le ha visto el plumero. Jamás reconocerán que no pueden dormir por las noches pensando en DmC y la funesta acogida que muchos le vaticinan. Unos cuantos retoques en el gameplay parecían haber salvado la situación, pero lo cierto es que los fans siguen descontentos con la aproximación de Ninja Theory a una de las franquicias más queridas.
Así las cosas, la editora no ha dudado un segundo al buscarle un sucesor espiritual a su gran obra. El problema es que lo ha encontrado en forma de action-RPG: Dragon’s Dogma.
Sí, valga que la mayor parte del equipo tras este proyecto esté conformada por veteranos de Devil May Cry, pero de ahí a señalar que la nueva producción bebe en gran medida de este, me parece del todo exagerado. Amén de que, si pretendéis colarnos que Dragon’s Dogma es el nuevo DMC (a ver cómo lo justifican) comparadlo con la primera o la tercera entrega pero no con la cuarta:
La mayor parte del equipo tras Devil May Cry 4 trabaja en Dragon’s Dogma. El juego ha influido mucho en el desarrollo. Por supuesto, no queríamos calcar el sistema su combate, tan sólo capturar la esencia.
Nos fijamos por ejemplo en cómo Dante y Nero interactuaban con los enemigos, con extrema cercanía, muy de cara a cara, y lo implementamos en Dragon’s Dogma.
De hecho, los productores entienden que todo amante de la IP se sentirá como en casa al coger el mando. Dicho de otra forma, los controles de DMC y DD son de lo más equivalente, lo que viene a significar algo así como: -Queridos amantes de Devil May Cry, dadle una oportunidad a Dragon’s Dogma, que es casi lo mismo pero con tibios tintes RPG. Anda, por favor, que el juego no nos lo va a comprar ni Dios… Veremos cómo de cara paga la desarrolladora tal comparación.
Dragon’s Dogma llegará a Xbox 360 y PS3 a comienzos del próximo año.
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